¿Alguna tiempo hemos considerado que la mansedumbre contrarresta la violencia y detiene su funesto progreso? Pero como dice Santo Pablo en la segunda lectura, para poder afirmar eso necesitamos al Espíritu Santo (1 Corintios 12, 3). No podemos dar un solo paso en la vida espiritual, ni siquiera el más sencillo, sin la concurrencia de la Tercera